Los quasar son cuerpos celestes con apariencia estelar. Parecen, desde la Tierra, estrellas de luz débil que, sin embargo, emiten una energía semejante a la de galaxias enteras.
Con ojo de astrólogos, Andy Freire, Santiago Bilinkis y Pablo Simón Casarino vuelven a unirse para desarrollar un nuevo concepto en el universo emprendedor, 16 años después de fundar Officenet, la librería online adquirida por el gigante norteamericano Staples. Conscientes de la definición del primer párrafo, nombraron a la compañía con el término astronómico que vale de metáfora a esta innovadora misión: actuar como capitalistas, cofundadores y mentores, a la vez. Se trata de una vuelta de tuerca al rol de inversores que pasaron a ocupar muchos viejos emprendedores sobre las nuevas generaciones.
"Quasar es la primera «company builder» de América latina. Es un modelo distinto al de una incubadora o un fondo de inversión de riesgo [venture capital ]. Se trata de crear nuevas empresas tecnológicas desde cero, con verdaderos talentos locales", explica Freire, también presidente de la Fundación Endeavor en el país.
La empresa, que tiene por objetivo fundar diez compañías en cuatro años, se basa en la implementación del llamado " parallel entrepreneurship "( creación de varias empresas a la vez), que permite disminuir los riesgos de fracaso, de la mano de empresarios experimentados que acompañan a los que recién empiezan. Algo más que frecuente entre las nuevas empresas, cuya tasa de mortalidad asciende al 44% en la ciudad.
"La diferencia con una incubadora tradicional es que éstas ponen una ficha a muchos proyectos esperando que alguna sea exitosa. El fondo de inversión sólo aporta capital y, en un momento dado, según el contrato, está obligado a vender sus activos. Nosotros hacemos algo distinto: levantamos la compañía desde cero, poniendo a la cabeza a los número uno. Los acompañamos en el proceso y les garantizamos dos rondas de inversión", amplía Casarino.
La inyección de capital inicial proyectada para cada empresa va de US$ 50.000 a 250.000. Un 55% del paquete accionario quedará en manos de los emprendedores, y el restante 45%, en Quasar. La estimación es que la salida del company builder podría darse del quinto al séptimo año, aunque también podría mantener su participación, ya que opera distinto de un venture capital . Ese tiempo es el calculado para que la apuesta muestre su potencial esperado: alcanzar una valuación superior a los US$ 100 millones. La base financiera de Quasar es el fondeo con un inversor principal de Silicon Valley (Emergence Capital Partners) y un grupo de particulares. Esta lista de aportantes con sumas de entre US$ 50.000 y 200.000 incluye figuras del mundo emprendedor, algunas locales: Peter Kellner, cofundador de Endeavor; Martín Migoya y Guibert Englebienne, Globant; Wenceslao Casares, Lemon.com, y Silvia Torres Carbonell, referente del IAE, entre otros.
La suma que piensa invertir Quasar para echar a andar a las empresas parece escueta. La explicación, según el trío empresario, es el énfasis puesto en el capital humano seleccionado para armar nuevas firmas de alto impacto. "Los perfiles para desarrollar las compañías abarcan tanto a profesionales que quieran salir de corporaciones como a jóvenes de primer nivel que vienen a vernos, o que vamos a buscar a las universidades. En todos, es importante la capacidad intelectual y de liderazgo, la ambición y la humildad", enumera Freire, como atributos excluyentes.
A diferencia de otros ámbitos a los que se acercan los emprendedores con sus proyectos armados, aquí las ideas surgen en una instancia posterior a los equipos. El talento y la ejecución, dicen los creadores de Quasar, son las dos claves para que funcione un proyecto. No necesariamente se trata de una idea revolucionaria, sino un buen negocio. El ejemplo del piloto de esta iniciativa es Restorando.com, un sitio de reservas gastronómicas online , que replicó en la región el éxito demostrado por Opentable.com en los Estados Unidos. En dos años, dice Freire, el sitio a cargo de dos jóvenes de San Andrés ya está presente en varios países y vale más de US$ 10 millones. "Nos proponemos guiar varios fórmula 1", concluye. El primero empezará a correr a mediados de año.
Fuente: www.lanacion.com Entrepreneur
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